"Los tiempos están cambiando de una manera muy radical e incierta y quizás, solo quizás, esta sea una buena oportunidad para hacer mejor las cosas, como sociedad y como seres humanos”.

Pensando en cómo hacer una reflexión para el final de esta primera edición del Social Lab de WorkLan, la frase arriba escrita y la metáfora del viaje como proceso de aprendizaje han sido quizás las dos palancas que nos han servido para activarnos y transitar a lo largo de los últimos meses.

Sin duda han sido muchas las experiencias que hemos vivido en los últimos meses, desde que pusimos en marcha el Social Lab de WorkLan. Un espacio que pretendía convocar, conectar, formar y promover ideas para un futuro incierto.

Las Comunidades de Aprendizaje han sido nuestro molde para dar forma a ese espacio que convoca y conecta. Con las Comunidades de Aprendizaje la idea de “laboratorio social” cobraba sentido y nos permitía experimentar maneras de conectar a personas con diferentes perfiles y edades. Un encuentro intergeneracional que pretendía poner en común conocimiento e ideas para dar soluciones a nuevos retos de futuro.

Y en el centro de todo, alumnas y alumnos de los centros de Formación Profesional que forman parte de WorkLan Bizkaia. Ellas y ellos han sido el motor que nos motivaba a poner en marcha este proyecto. El sentido del “Social Lab”, el propósito de la Comunidad de Aprendizaje, todo gira alrededor de una juventud que necesita dotarse de herramientas y conocimiento que les permita entender cómo es el presente y sobre todo cómo va a ser el futuro. Su futuro. Aunque sin quererlo, el Social Lab de WorkLan también se ha convertido en una experiencia de aprendizaje para el resto de personas adultas que hemos participado en las propias Comunidades de Aprendizaje.

Y en todo este planteamiento, en toda esta experiencia de aprendizaje, transita de forma transversal el principal objetivo para el que se impulsó en su momento WorkLan Bizkaia: promover los principios y valores de la Economía Social y apoyar la creación de proyectos de emprendimiento en esa clave. Nada mejor que principios y valores que ponen a las personas en el centro, que fomentan el diálogo y la participación y que generan un impacto positivo en las comunidades y los entornos más cercanos para dar marco y orientación.

Ya teníamos la combinación perfecta. Tocaba convencer a empresas que ya están en un plano avanzando en el ámbito de las energías renovables, la movilidad eléctrica, la economía circular y los cuidados sociosanitarios. Ámbitos de acción desarrollo económico y social claves para entender el futuro sostenible y responsable con el planeta al que deberíamos ir. No solo conseguimos de las empresas sesiones de formación, también retos que se han podido trabajar codo con codo dentro de las Comunidades de Aprendizaje.

Y comenzamos el viaje. El viaje como metáfora de un proceso vivencial, de experimentación y aprendizaje. El viaje como aventura hacia lo desconocido. Porque al principio, no teníamos nada claro cuál iba a ser nuestro destino. Y sinceramente, ahora que ya hemos terminado esta primera edición, seguimos sin conocer el destino final. Y eso es bueno.

 

Foto familia Equipos Equipos premiados en el  Social-Lab de Worklan 2021

 

De este viaje nos quedamos con las personas que hemos conocido por el camino. Nos quedamos con las conversaciones que se han dado, con las nuevas ideas que han emergido… Todo ha aportado de una manera u otra a nuestro proceso de aprendizaje. También los errores cometidos, los momentos difíciles, la presión, los contratiempos de vivir en tiempos de pandemia. Experiencias que también nos han hecho aprender, crecer y superarnos independientemente de la edad.

El viaje siempre transforma, cuando llegas al destino ya no eres el mismo. Es como el esquema del viaje del héroe que utilizamos para crear relatos: el héroe no es el mismo al final del camino respecto al que empezó su aventura tiempo atrás.

Desde WorkLan y los centros educativos que la impulksan, creemos en la importancia de encontrar nuevas rutas hacia el futuro y explorarlas para saber si son las adecuadas, y así poder ayudar a nuestro alumnado a empezar sus propios viajes, sus propios proyectos de vida.

De cara al futuro, queremos seguir haciendo de Social Lab de WorkLan la llave que abra la puerta y conecte a las/los jóvenes con el futuro. Y lo queremos seguir haciendo en colaboración con agentes diversos. El laboratorio está abierto y todas aquellas personas, organizaciones y empresas que estéis interesadas, estáis invitadas. Porque este camino hacia un futuro que está por explorar lo haremos mejor si lo hacemos en común.

 Para terminar queremos felicitar a los equipos que han participado con sus retos en el Hackthom del Social Lab de WorkLan: El primer premio fue para la Comunidad de Aprendizaje sobre movilidad eléctrica, liderada por el Centro Salesianos Deusto.

Además hubo dos premios finalistas para la Comunidad de Aprendizaje de Economía Circular, liderada por Politeknika de Txorierri y para la Comunidad de Aprendizaje sobre Energías Renovables, liderada por Centro Somorrostro.

Queremos dar las gracias también a las personas que formaron parte del jurado: Arantza Alvarez  (TKNIKA), Ander Rahm (Dirección Gral. Economía Social G.V.), Blanca  Boix (REAS) y Jan Mari Cocha (ASECOOP).

 Este proyecto no habría sido posible sin el impulso de la Dir. Gral. de Economía Social de Gobierno Vasco y de empresas y organizaciones como Petronor, Eroski, Roseo Eólica Urbana, Konfekoop, Goratuz, Ingeteam, Ibil, Idom, Goiener, Ecooo, Ekomodo, Basq Company y Secot.

Y por supuesto muchas gracias a los Centros de Formación Profesional y su profesorado que forman parte de WorkLan Bizkaia: Centro Somorrostro, Salesianos Deusto, Politeknika de Txorierri y Jesuitas Indautxu.

 Nos vemos el curso que viene!!